A principio de año una importante firma de selección de talento publicó un estudio que describe los principales factores que llevaban a los candidatos a escoger una oferta laboral sobre otra, los principales motivadores y desmotivadores que existen en el trabajo y las características que esperaban en un «líder ideal», sin duda alguna es un estudio muy interesante pero lo que lo hace más interesante es que aún después de todo lo que ha sucedido en este año caótico, haciendo un cruce de información con un reporte de expectativas de Harvard Business Review y distintos reportes de «social listening» lo que nos motiva, desmotiva e inspira en el trabajo se mantiene relativamente constante pero la exigencia por conseguirlo y la desilusión por no hacerlo a aumentado considerablemente, esto debido principalmente a la pérdida del equilibrio en el que nos encontrábamos. Este artículo busca hacer una revisión de estos factores y emitir recomendaciones que se ajustan a la nueva normalidad.
Lo que nos motiva
Tomando en cuenta diferentes sectores industriales, edades y jerarquía en las empresas podemos rescatar tres factores que universalmente mantienen motivados a los empleados: Un salario adecuado, la posibilidad de crecimiento y la calidad de vida. Si lo comparamos con los tres principales factores que influyen cuando comparamos ofertas laborales: Equilibrio vida/trabajo, buena remuneración y el desarrollo de nuevas aptitudes, podemos observar que se empalman perfectamente, sin embargo, uno de los principales problemas que observamos en estos tiempos es que la estrategia para sobrevivir de muchas empresas se puede sintetizar en la reducción de salarios, el no realizar aumentos o promociones y el endurecimiento de política de resultados en el home office. Estos factores han ocasionado, por lo que reporta el «social listening», que la calidad de vida percibida haya disminuido considerablemente.
Lo que nos desmotiva
Los tres factores que más desmotivan en el trabajo son: Tener un salario por debajo del mercado respecto a sus pares en otras empresas, sobrecarga de trabajo injustificada y rutina monótona. Psicologicamente podemos resumirlos en la falta de justicia percibida y la falta de autonomía. Lamentablemente el confinamiento ha impuesto rutinas monótonas y la falta de certidumbre ha hecho que en general experimentemos una falta de autonomía y estabilidad, al mismo tiempo nos encontramos en un vacío de información en el que hemos perdido la capacidad de compartir lo que estamos enfrentado con nuestros compañeros de trabajo y otros profesionales. Es decir, la pandemia empeoró la percepción y aceleró el sentimiento de desmotivación.
Lo que nos inspira
El liderazgo es fundamental para mantener la motivación entre los miembros de una empresa y los dos factores considerados como más relevantes en un líder son: Que tome una actitud pro activa en las actividades del día a día y no solo gestione el talento y que sostenga a los equipos en momentos de crisis, disminuyendo la presión de sus integrantes. Este segundo punto es el que ha tomado más relevancia en esta época ya que se espera que un líder transmita confiabilidad, se adapte pro activamente a su entorno, esté comprometido en generar impacto y tenga la habilidad de tomar decisiones con rapidez y convicción.
¿Qué podemos hacer en la situación en la que nos encontramos?
La forma en que las empresas y los líderes pueden afrontar esta situación que ha sido acelerada por la pandemia y que a principio de año era más una consideración pero que ahora se ha vuelto una exigencia, tiene que ver más con la comunicación que con medidas económicas.
Después de 6 meses en confinamiento es natural empezar a percibir la situación en la que estamos como lo normal, pero ahora es cuando más tenemos que considerar que todos los factores a los que estamos expuestos están creando ansiedad y desmotivación, por lo que tenemos que asegurar por medio de comunicación asertiva que las necesidades básicas que buscan los trabajadores y lo que los motiva estén cubiertas o por lo menos sean escuchadas: Asegurar sus necesidades primordiales, sentirse reconocidos y poder mantener relaciones sociales estables.
Este es un tema que da para debate y en el que podríamos profundizar pero por el bien del lector prefiero acabar aquí. Los escucho para saber que opinan de estos factores de motivación y ojalá esta información sea relevante, un abrazo!