Una de las principales aplicaciones de las ciencias del comportamiento es entender e identificar los sesgos mentales que están ocasionando que nuestras decisiones y comportamientos generen resultados adversos a los que esperamos. En este articulo quiero compartirles dos fenómenos que son totalmente opuestos pero que nos afectan como tomadores de decisiones dentro de empresas ya que distorsionan la percepción que tenemos respectos a nuestras habilidades y conocimientos. Algo que es importante entender es que estos efectos no son excluyentes y que tanto nos podemos sentir como impostores respecto a ciertas áreas de nuestra vida como podemos pecar de una sobre confianza en otras.
El primer efecto es el síndrome del impostor, el cual podemos definir como: el sentimiento de inadecuación respecto a nuestros logros a pesar de contar con evidencia que los sustentan. Quienes experimentan este síndrome pueden atribuir su éxito a la suerte o a factores externos en lugar de reconocer su habilidad y esfuerzo, esto les genera un temor constante a ser expuestos como impostores lo que se traduce en ansiedad y falta de confianza en sus habilidades.
Una de las causas de estos sentimientos es la sensibilidad de nuestro cerebro a las emociones negativas y la tendencia al neurotísmo, por lo que es importante alejarnos de una narrativa motivacional y entender que si tenemos una tendencia neurótica por más platicas de autoayuda que escuchemos estos sentimientos no van a desaparecer, pero, si los identificamos podemos tomar medidas para mitigarlos.
El efecto Dunning-Kruger se trata de algo totalmente opuesto, es un sesgo cognitivo que ocurre cuando personas con bajos conocimientos o habilidades respecto a un tema o área de conocimiento, sobreestiman sus capacidades y creen que son más competentes de lo que realmente son. Esto puede llevar a una confianza excesiva y una tendencia a tomar malas decisiones y juicios deficientes respecto a esos temas. La confianza excesiva en nosotros mismos no ocurre por un tema de ser pretensioso, querernos mucho, o tener una gran autoestima, existen tres sesgos que afectan la percepción de nuestras habilidades y todos estamos expuestos a su influencia:
El sesgo de la sobre confianza: Este sesgo ocurre cuando una vez que probamos ser competentes en un área o tarea especifica, sobre confiamos en nuestras habilidades para trasladar ese éxito a cualquier otra actividad, aun cuando no tengamos experiencia o exista una correlación directa entre las habilidades requeridas para una habilidad u otra.
El sesgo de auto-servicio: Este es la tendencia a atribuir los éxitos a nuestras propias habilidades mientras se culpa de los fracasos a factores externos u otras personas y se encapsula en la frase: Gane porque me esforcé mucho, perdí porque había algo en mi contra.
El sesgo de la retrospectiva: Esto ocurre cuando tenemos una opinion vaga de algo y aunque no tomamos acciones concretas respecto a ella, cuando escuchamos el resultado una vez que ya ocurrió y este se asemeja a algo que habíamos opinado, generamos una falsa sensación de confianza en nuestra capacidad para predecir eventos futuros, lo que nos lleva a tomar otras desiciones basadas en suposiciones inexactas.
Aunque el síndrome del impostor y el efecto Dunning-Kruger presentan características opuestas, ambos pueden tener consecuencias en las personas, como la falta de confianza, la toma de decisiones inadecuadas y la falta de disposición para recibir retroalimentación u orientación. Les comparto una tabla para visualizar y entender más fácilmente estos sesgos.
Si disfrutaste este artículo o quieres obtener contenido especial puedes suscribirte a nuestro Newsletter en el que compartimos consejos prácticos y aplicados de Behavioral Science a negocios parar lograr mejores resultados financieros. Puedes seguir seguir la página de Disruptech en Linkedin o mi perfil personal Guillermo Ponce. Espero verte cada semana y que el contenido que comparta te ayude a mejorar los resultados de tu empresa, saludos!