Seguro has oído hablar del «Club de las 5 am», las tinas de hielo, la técnica Pomodoro, el ayuno intermitente, la ketosis, el mindfulness y más. Todas estas prácticas comparten algo en común, y no es que tu amigo obsesionado con las criptomonedas las haya probado todas. Se trata de un sesgo cognitivo conocido como la «ilusión del cuerpo de nadador», nuestro cerebro cae en esta ilusión cuando confundimos el criterio de selección de una actividad, con el resultado deseado, en otras palabras, confundimos la correlación con la causalidad.
Para que esto quede más claro vamos a ejemplificarlo. Supongamos que alguien quiere ponerse en forma y cuando esta decidiendo que actividad física realizar, decide que quiere tener el cuerpo de una nadador olímpico, por ser musculado y atlético. Por lo tanto, infiere que para alcanzar esa meta lo que tiene que hacer es nadar. Sin duda practicar natación será benéfico para su salud, pero alguien que sepa un poco de ejercicio sabrá, que para conseguir el cuerpo de un nadador olímpico existen muchos factores que no son visibles y que pueden ser más influyentes en el resultado que la propia natación.
Esto nos lleva a dos problemas comunes de visión. Desde la perspectiva del observador, cuando vemos a personas que admiramos o queremos emular realizando ciertas prácticas, asumimos que su éxito se debe en gran parte a esas actividades. Así que, para obtener resultados similares, nos sumergimos en las mismas actividades que observamos. Por otra parte, algunos de los promotores de estas practicas entienden que si bien tienen resultados físicos y mentales en el largo plazo, estos resultados no se dan de forma inmediata ni de manera obvia. Por lo que muchas veces, para comercializarlas mejor, las ligan con un estilo de vida de lujo, éxito y metas deslumbrantes.
Todos somos libres de encontrar una práctica que nos ayude en nuestros retos cotidianos, pero por la estructura de nuestro cerebro y lo propenso que es a caer en ciertos sesgos, vale la pena preguntarnos ¿Porque estoy haciendo esto realmente? Si la respuesta esta ligada a los beneficios reales de cada una de estas prácticas, excelente. Pero si lo hacemos impulsados por resultados que solo inferimos, es fundamental evaluar cuál es la mejor camino para alcanzar nuestra meta.
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